Si te falta el aire, podría ser EPOC

“Caminar me cuesta esfuerzo”. “Me asfixio al subir una escalera”. “Ya no salgo a hacer las compras”. Lo que para la mayoría de las personas es rutina, para los pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) es un desafío.

La EPOC es una condición pulmonar crónica que causa falta de aire, tos y flema, por daño o inflamación en los pulmones.

“Es una enfermedad común, prevenible y tratable, pero el subdiagnóstico y los diagnósticos erróneos generalizados provocan que los pacientes no reciban tratamiento o reciban un tratamiento incorrecto”, explica el Dr. Héctor Videla, especialista en Medicina interna, neumonólogo de Ospelsym.

Cuando el aire no alcanza

Por el contrario, un diagnóstico y tratamiento tempranos ayuda a mejorar la calidad de vida de quienes padecen EPOC. Por eso, cada año, el tercer miércoles de noviembre se celebra el Día Mundial de la EPOC para concientizar sobre esta afección y no confundirla, como suele suceder, con “achaques de viejo” o “tos de fumador”.

Este 19 de noviembre el lema más repetido en nuestro país será “Podría ser EPOC”, lema de la campaña nacional lanzada por Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) y la Sociedad de Tisiología y Neumología de la Provincia de Buenos Aires (STNBA). “Se busca enfatizar que, si bien la EPOC es la tercera causa principal de muerte en todo el mundo (más de 3,23 millones en 2019) y el 90% de estas muertes ocurren en países de bajo y mediano ingreso, a menudo no se diagnostica correctamente”, agrega Videla.

En Argentina, la enfermedad afecta al 14.5% de la población mayor de 40 años (2.700.000 personas), según el estudio EPOC.AR. “Lo más preocupante -subraya Videla- es que más del 75% de quienes la padecen, no lo saben. La prevalencia de la enfermedad por sexo antes del 2022 era de cuatro hombres por cada mujer, pero actualmente el aumento del consumo en estas últimas ha equiparado la prevalencia con los varones.”

Factores de riesgo y señales de alerta

El tabaquismo es el principal responsable de la enfermedad: más del 80% de los casos. Pero no es el único. También influyen la exposición a humo de leña o braseros, la contaminación ambiental o laboral, y el uso de vapeadores o cigarrillos electrónicos.

¿Cuándo consultar al médico? Videla enumera los síntomas que tienen que encender la alarma:

  • Disnea (falta de aire): la sensación de ahogo que empeora progresivamente con el esfuerzo (caminar, subir escaleras).
  • Tos crónica: tos persistente, a menudo con flema, la mayoría de los días.
  • Sibilancias: sonido «silbante» al respirar.
  • Opresión en el pecho. 
  • Cansancio o fatiga inexplicables
  • Infecciones recurrentes respiratorias

El diagnóstico se confirma con una espirometría, un estudio simple y sin dolor que mide la capacidad pulmonar.

Aunque el daño pulmonar no se revierte, el tratamiento adecuado mejora la calidad de vida y retrasa el avance de la enfermedad. El principal pilar es dejar de fumar.

A pesar de que frenar el cigarrillo es la medida más efectiva para frenar la EPOC, según el Dr. Videla “alrededor del 40% de pacientes continúa fumando”. El especialista admite que cortar la adicción es difícil, pero asegura que con asesoramiento médico-psicológico, reemplazo de nicotina y farmacoterapia es posible.  “No hay evidencia que respalde la efectividad y seguridad de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar”, agrega.

Los demás pilares de tratamiento son usar broncodilatadores inhalados, vacunarse (antigripal, antineumocócica, COVID-19) y hacer actividad física supervisada. En los casos graves, se indica oxigenoterapia domiciliaria.

“Consultar a tiempo puede cambiar tu futuro respiratorio”, recuerda el Dr. Videla. Por eso, ante cualquier duda recurrí a tu médico.

Fuentes: Asociación Argentina de Medicina Respiratoria; Organización Mundial de la Salud (OMS)

datos publicados en Argentina.gob.ar; Epoc.ar; video Viviendo con EPOC de Fenaer.

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